La maternidad después de los 40 años se ha convertido en una tendencia cada vez más visible, sobre todo en mujeres de estratos económicos altos que priorizan la preparación académica, la estabilidad financiera y la posibilidad de viajar antes de dar el paso hacia la maternidad. Sin embargo, esta decisión no está exenta de riesgos y retos médicos que requieren una atención especializada.

El gineco-obstetra Pablo Martínez explica que, aunque la ciencia y la tecnología han avanzado, logrando embarazos seguros con controles adecuados, es importante no perder de vista que los riesgos aumentan con la edad. “Aunque los avances médicos permiten una maternidad más segura, los riesgos de complicaciones como preeclampsia y anomalías cromosómicas crecen de manera considerable en mujeres mayores de 40 años”, advierte.

Los riesgos para la madre

Entre las complicaciones más frecuentes en esta etapa destacan:

  • Diabetes gestacional, con repercusiones en el metabolismo de la madre y en el crecimiento del bebé.
  • Trastornos hipertensivos, que pueden derivar en preeclampsia o eclampsia.
  • Disminución de la fertilidad, lo que dificulta la concepción natural y aumenta la necesidad de recurrir a técnicas de reproducción asistida.

Los riesgos para el bebé

El aumento de la edad materna también trae consecuencias para el recién nacido:

  • Anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down.
  • Partos prematuros, con mayores complicaciones en el desarrollo.
  • Problemas de crecimiento intrauterino, asociados a la salud metabólica de la madre.

La importancia del control obstétrico

El Dr. Martínez recalca que el éxito de un embarazo en esta etapa depende en gran medida de un seguimiento obstétrico cercano: controles prenatales estrictos, análisis genéticos, monitoreo de la presión arterial, dieta supervisada y actividad física adaptada. “La clave está en la prevención y en la conciencia de que, aunque es posible ser madre después de los cuarenta, no es un camino que deba recorrerse sin preparación y acompañamiento médico”, puntualiza.

Un llamado a la reflexión

La obstetricia moderna permite que la maternidad tardía sea una realidad alcanzable, pero también recuerda que cada decisión conlleva responsabilidades. Las mujeres en edad fértil deben cuidar su salud mucho antes de planear un embarazo, priorizando el control de la hipertensión, el sobrepeso y la diabetes.

La maternidad después de los 40 es posible, pero exige preparación y seguimiento médico. La obstetricia moderna recuerda que la prevención no empieza con la gestación, sino mucho antes. Cada mujer en edad fértil tiene la oportunidad de proteger su cuerpo, su bienestar y el futuro de sus hijos al priorizar su salud desde hoy.